jueves, 14 de noviembre de 2013



TORTURA

Qué hacer para dejar de quererte
con este amor absurdo y sin sentido,
cómo echar al abismo del olvido
esta pasión que atormenta mi alma,
que me humilla,
que me esclaviza,
que me destruye.

No sé al fin cuando perdí la razón,
si el día que me cautivó tu mirar
o cuando bebí ansioso de tu miel,
solo sé que desde entonces,
todo fue uno,
amarte,
tenerte,
adorarte.

Más, a quién culpar de mi tortura
sino a este insensato y pobre corazón
que cayó en la red de tu hipocresía
como un ingenuo y desvalido niño
que se ilusionó por ti,
que confió en ti,
que vivió para ti.

Solo espero que la bondad del tiempo
restañe la cruel herida que dejaste
con tu infame proceder,
y que pronto en mi vida tú solo seas
el pasado,
el olvido,
la nada.

MAM.

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