SINCERIDAD
Más, qué
puede hacer un corazón
cuando le
perturba una pena,
si hasta se
pierde la razón
y el alma de
tristeza está llena.
Es que el
viejo tiempo sigue su camino
a pesar de
las huellas que nos deja:
para unos la
alegría es su destino
mientras a
otros el dolor aqueja.
Ruego sin
embargo porque encuentres
la felicidad
que tanto has anhelado,
aunque me
duela, y no se cómo acepte
que esa
dicha no la tengas a mi lado.
Y es que
nunca alcanzaré a comprender
cómo fue que
dejaste de ser mía;
más hoy solo
quiero, desde el fondo de mi ser
desearte mil
felicidades en tu vida.
Del Poemario "Del amor y otras amarguras"
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