jueves, 17 de octubre de 2013



ESPERAR

Esta amargura me invade el alma
y el pecho me llena de un cruel dolor,
ya en la vida nunca habrá calma
mientras no estés junto a mí, amor.

Amor lejano, esquivo, voluble, sin razón,
solo feliz espejismo en la inmensidad,
surges sin aviso para engañar al corazón
y nos abandonas luego, en el dolor de la soledad.

Quiero entender, Amor, si tú eres vida,
si estás siempre en el pecho de un niño tierno
y en las manos de la madre que lo cuida,
por qué, cuando llegas a mí, llega el invierno.

Sigo esperando, sin embargo tu llamado
como el ciego que sin conocerla, la luz anhela,
aguardo con ansiedad aquel ser añorado
que el frío de mi alma y mi soledad consuele.

Más, como vivir contigo amor, si yo supiera
etender que eres capricho y eres rebeldía,
y cómo vivir sin ti amor, si yo pudiera
saber lo que será sin ti la vida mía.

MAM

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